Este castillo de Papa Luna está ligado a la historia de uno de los personajes más curiosos de la historia de España: El Papa Luna, quien construyó aquí su sede papal. El castillo, al más puro estilo de los realizados por los caballeros templarios, a día de hoy aún conserva ese encanto que le hizo especial.
Desde lo alto de sus murallas se puede disfrutar a día de hoy de una inolvidable vista de la bahía de Peñíscola, por lo que es una visita totalmente obligatoria para los viajeros que acuden al lugar
Un paseo al atardecer por las calles empedradas o con escaleras del casco antiguo de Peñiscola. Mientras las sombras se alargan y la brisa del mar se cuela entre los callejones con flores que cuelgan de los balcones de casas encaladas de blanco, escuchado las notas de algún músico callejero que espera que le eches algunas monedas.